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EL MEDIO PARTIDARIO DE RIVER PLATE EN
ZONA NORTE DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES

martes, 5 de julio de 2011

Nos mandaron a la B


Aguilar y Passarella. Votados por el socio, nefastos para la historia del club. Aguilar fundió a River, le robó hasta la sonrisa. Passarella con su soberbia y creencia de ser superior a todos, subestimó la situación con el promedio y hasta trajo a un solo jugador para el Torneo definitorio, el Clausura: Bordagaray. Si hasta en plena ebullición Monumental, cuando había decenas de heridos y River consumaba su descenso, el presidente no tuvo mejor idea que declarar: "a mí me sacan con los pies para adelante, no voy a renunciar". Soberbia en su estado puro.
Teniendo en cuenta que el promedio se toma con los resultados de los últimos tres años, la culpa es del 50 por ciento para cada uno de éstos dos personajes. Son iguales hasta en eso. Son los dos máximos responsables a nivel dirigencial, de este hecho histórico para el futbol argentino. River se fué a la B. Nos mandaron a la B. Nunca más podrán sacarse eso de encima. Lo llevarán hasta el último de sus días.

Histórico descenso de River




Condenado a jugar la Promoción contra Belgrano, River nunca encontró respuestas dentro del campo de juego. Y afuera, en el banco, el DT López lloraba ante el primer gol cordobés...insólito. Se metieron unos hinchas tras el 0-2 en el barrio Alberdi a pedirle a los jugadores un poco de "actitud". Así terminó ese partido.
Para la revancha, lógicamente volvieron como titulares Pavone y Caruso (¿alguna vez sabremos quién y porqué fueron al banco en Córdoba?) y River parecía resurgir: gol de Pavone a poco de comenzado el encuentro, juego dominado y a los 25 minutos claro penal sobre Caruso: Pezzota no pitó y el equipo se fué al descanso ganando por la mínima. En el segundo tiempo la historia fue igual, pero con los nervios de quien necesita un gol para zafar. En una jugada de terror, Ferrero despejó contra su compañero Díaz y la pelota le quedó a un jugador de Belgrano para convertir el empate (a esa altura, ya habían errado un par de goles). Enseguida, penal para River. Pavone, nervioso, patea mal y ataja Olave. Todo se derrumba. A poco del final, el hincha comienza a mostrar su furia: arroja pedazos de madera de las plateas y comienza a ser reprimido con agua y gas lacrimógeno. Se suspende el partido. Afuera y en el playón del club, corridas, peleas cuerpo a cuerpo, balas de goma, piedras y mas gas lacrimógeno. No hay muertos de casualidad. El club queda destruido. River, se fué a la B.